COMO ABORDAR UNA INSPECCIÓN DE TRABAJO

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Tan solo escuchar “Inspección de Trabajo” puede ser sinónimo de intranquilidad, impaciencia, desasosiego… y es que a veces afrontar determinados escenarios nos confunde y nos paraliza. Ahora bien, intentaremos coger el toro por los cuernos y abordar esta situación brindando una serie de pautas a tener en cuenta y que pueden sernos de gran utilidad para empequeñecer, de algún modo, este desvelo.

Tratemos de ponernos en lugar del Inspector de trabajo, el cual está realizando su trabajo que es, ni más ni menos, el de velar para que se cumplan las normas que integran el orden social, no reparemos más allá de estos pensamientos, no caigamos en la trampa de pensar que se trata de un ser diabólico que viene única y exclusivamente a  cerrarnos el negocio. Tengamos en cuenta que la clave está en nuestras manos y que solamente aquello que no estemos realizando de manera correcta puede perjudicarnos, por lo que como estamos aprendiendo a ser cautos y sigilosos con nuestra empresa no debemos dejar que esto ocurra. Adelantémonos a los acontecimientos, seamos previsores, organizados, constructivos, instruidos con la documentación, tengámoslo todo a mano y a disposición del Inspector de trabajo, seamos educados, amables con el Interventor, facilitémosle el paso a cualquier área o espacio de nuestras instalaciones que sugiera visitar, entreguémosle con una sonrisa cualquier tipo de documento que nos solicite y démosle las explicaciones pertinentes ante cualquier duda que pueda surgirle.

Ante una posible Inspección de trabajo, es de suma importancia que siempre nos dejemos aconsejar por un experto en materia laboral que conozca nuestra empresa de una manera interna y que pueda intervenir y actuar de intermediario ante posibles discrepancias que puedan surgir o ante futuros requerimientos en días venideros donde el Inspector amablemente nos requiera con el fin de aportar una serie de documentos que considere relevantes para llevar a cabo sus tareas.

Recordemos que las vías de actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social pueden ser: de manera aleatoria por parte del Inspector realizando una visita un día cualquiera, por previa denuncia de algunos de los empleados, de sus representantes legales en la empresa o de terceros (tengamos en cuenta que el denunciante debe identificarse, ya que si no lo hace la denuncia será archivada y no tendrá validez), o bien de oficio por parte de la propia Inspección de Trabajo u otra Administración Pública.

Cabe mencionar que las sanciones que interpone Inspección de Trabajo se calificarán por parte del Inspector en los grados de mínimo, medio y máximo, por lo que es importante que en caso de recibir una sanción revisemos la calificación de la misma con objeto de verificar el posible importe de la sanción, el Inspector siempre tendrá en cuenta la intencionalidad de la empresa o la mala fe de la infracción cometida.

Así pues, afrontemos con calma y serenidad una Inspección de Trabajo y recordemos que “El desorden aumenta con el tiempo porque nosotros medimos el tiempo en el sentido en el que aumenta el desorden” (Stephen William Hawking).

Cristina Pérez Perosán

Departamento Laboral