Me presento, soy Tamara y quien me conoce podría decir sobre mi que soy demasiado intensa.
Pasé mucho tiempo pensando que ser intensa era un defecto hasta que llegué a PEREZ DOMINGO.
Aquí, en el lugar correcto, me he dado cuenta de que ser intensa aporta valor, va mucho más allá y mi concepto ha cambiado por completo.
Ser intensa significa: comunicar con emoción, ganas, esencia y magia. Ser intensa significa no conformarme ni rendirme, ir más allá de lo superficial y salir de mi zona de confort una y otra vez.
Ser intensa me permite convertir PEREZ DOMINGO en una marca humana porque, ¿hay algo que conecte más a las marcas con las personas que hablando desde el corazón?
Siento las cosas al 500%, me entrego sin medida y soy una apasionada del storytelling y el branding.
Y sí, ahora puedo decir que amo mi intensidad.
Porque déjame que te pregunte algo, ¿por qué hay marcas que nos atrapan, que sentimos parte de nuestra vida o que recordamos incluso sin verlas? Porque no solo venden. Nos emocionan, nos inspiran y conectamos con ellas de forma profunda.
En definitiva: nos hacen sentir.
LoveMarks, de Kevin Roberts. Fue un libro que leí cuando estaba en la universidad y me cambió totalmente la perspectiva, pasé de enfocarme en el conocidísimo Top of Mind a obsesionarme por el Top of Hearts.
Como dijo Donald B. Calne: «La diferencia esencial entre la emoción y la razón es que la emoción nos lleva a la acción, mientras que la razón nos lleva a elaborar conclusiones.”
Porque este juego al que llamamos Marketing no va solo de logos, productos o servicios, ni siquiera de grandes estrategias. Va de algo mucho más sencillo, de lo que las marcas te hacen sentir.
✨ Las marcas no solo compiten, deben inspirar.
✨ No basta con vender, hay que emocionar.
✨ El marketing no son solo estrategias, va de generar conexiones reales.
Desde septiembre formo parte del departamento de Marketing y Comunicación en PEREZ DOMINGO y esta es mi misión: seguir siendo igual de intensa y conseguir que nuestra marca te haga sentir algo. Sea como sea.